Es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado. Para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carne, huevo, pescado y aceites vegetales en cantidades adecuadas y variadas. El consumo de fibra es muy importante para regular el tránsito intestinal y brindar la sensación de saciedad, lo cual ayudará a no consumir más calorías, el agua debe ser la bebida principal, dejando de lado las bebidas no dietéticas y el alcohol. Se recomiendan 2 litros de agua por día, es necesario también limitar el exceso consumo de sal y azúcares, ya que los excesos de estos contribuyen a la hipertensión y la obesidad.
El cambio se nota cuando se comienza a modificar lo que comemos, eligiendo alimentos saludables y dando prioridad a los productos frescos y no a los procesados,
Para cumplir con un correcto esquema de alimentación, es ideal realizar cuatro o cinco comidas recomendadas durante el día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Los beneficios que aporta una alimentación saludable son:
Disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a largo plazo, ayudando a reducir el colesterol.
Presión arterial y azúcar en niveles normales.
Reducción del deterioro de la memoria y otras funciones cerebrales.
Se obtiene la energía necesaria para realizar las actividades cotidianas.
Mejora el sistema inmunológico.
El consumo adecuado de calcio fortalece los huesos y evita la osteoporosis.
Comentarios
Publicar un comentario